TESTIMONIO DE HAFAAR, EL JUDÍO QUE INTENTÓ SALVAR A JESÚS
Cuento de Enrique Arenz
(Del libro Historias de Tierra Santa)
Soy
Hafaar de Jerusalén, hijo de quien fuera un importante constructor al
servicio de Herodes Antipas, y sobrino de un acaudalado comerciante de
Tiro que pagó generosamente mis viajes y estudios.
Aprendí el latín y el griego, las matemáticas de Pitágoras y la
geometría de Euclides, los asombrosos teoremas de Arquímedes de
Siracusa, la astronomía heliocéntrica de Aristarco de Samos, la criba
de Aristóstenes y la metafísica de Leucipo y de Demócrito. Los persas
me enseñaron la alquimia, y los egipcios, los secretos de la
construcción.
Pero mi familia cayó en desgracia y debí huir a Cafarnaúm donde
gracias a mis conocimientos pude ganarme la vida como constructor de
casas.
Allí conocí a un pescador llamado Simón que me encargó la
construcción de su vivienda en proximidades de una sinagoga. Este Simón
era discípulo de un predicador conocido como Jesús de Nazaret o Jesús
el Galileo, quien, entre otras curiosidades, se proclamaba el mesías
anunciado por los profetas.