miércoles, 30 de diciembre de 2009

PARADOJA PARA LOS MARXISTAS A LO GROUCHO


EL DESTINO DE LOS 
MARXISTAS: FRACASAR SIEMPRE


Todas las tiranías son fascistas, es decir, intolerantes y policiales; y todas las democracias genuinas se derechizan para no fracasar. 

Los ingenuos izquierdistas (hablo de los honestos, los del llano) están condenados a un futuro siempre negro: o bien deberán padecer dictaduras como la de Cuba o Venezuela, o bien se frustrarán en democracias "socialistas" que se inclinan hacia la derecha, como las de Chile, Uruguay o Brasil. Los ideales revolucionarios marxistas nunca cuajan porque son epistemológicamente inaplicables. En democracia son rechazadas de plano porque nadie renuncia a su propiedad o a su libertad individual. Y las tiranías, ya se sabe, oprimen sin piedad para no lograr nada, sólo para mantener burocracias y nomenclaturas. Oprimen y reprimen no sólo a sus enemigos sino también a sus propios adherentes ante el primer atisbo de inconformidad o protesta. Y si nó que se lo pregunten a la doctora Hilda Molina.

¿Habrán pensado alguna vez los muchachos de la izquierda que su destino es inexorablemente el fracaso? ¿Y si para rescatarlos de un error que les arruinará la vida (porque no hay peor lastre para el progreso personal y familiar que encadenarse a una ideología falsa) les mostráramos el "fantasma de sus navidades futuras", por decirlo a la manera de Dickens?

Chesterton definía a la paradoja como una verdad puesta de cabeza para atraer la atención. Pues bien, rescatemos a los jóvenes izquierdistas mostrándoles la paradoja de la izquierda derechizada y la torcedura de la derecha.


Enrique Arenz